Sí de tu retiro se trata: Siembra tu propio jardín en lugar de esperar a que alguien te lleve flores.
Coach Judith Chávez.
Nunca es demasiado pronto para planear tu retiro.
¿Tienes 21 años? Tal vez pienses: es muy pronto para pensar en ello.
¿40 años? : Creo que es momento de revisar mis opciones de retiro.
¿50 años? ¿Por qué no hice nada para mejorar mi retiro?
¿Te hace sentido? La etapa del retiro llegará a tu vida en un abrir y cerrar de ojos, de eso no hay duda. Hoy, tal vez no te ocupa pensar en ella porque cuentas con ciertos ingresos para vivir, pero piensa en el momento cuando ya no quieras o no puedas trabajar ¿Cómo imaginas que obtendrás los recursos para llevar tu vida? ¿Cómo solventarás tus gastos diarios?
No hay atajos ni magia: para lograr la estabilidad financiera en tu etapa de retiro, dependerá de lo que hayas previsto y hecho desde que comenzaste a percibir ingresos. Es justo en ese momento cuando debes saber preparar tu futuro, sin descuidar por supuesto, el cubrir tus necesidades presentes. El objetivo es que puedas cuidar ambos momentos.
Planear la etapa del retiro, representa un antes y un después, Planearlo es un ejercicio que te ayuda a prever los proyectos que desearías en tu vejez, pero también te ayuda a evaluar los que tienes encaminados ahora mismo.
De lo que se trata ahora es de prever, de establecer metas financieras, que sean: especificas, medibles, alcanzables, realistas y delimitadas en cuanto al tiempo; con la información suficiente, podrás decidir, registrar, cuantificar y priorizar cada uno de los objetivos para llegar a la meta: tu retiro.
La decisión de la edad del retiro es un tema personal, pues debes de considerar tu salud física y emocional, tus circunstancias personales, lo que tu creas sobre ser persona productiva, o incluso lo que piensas del trabajo. Sobre todo, debes de considerar con que recursos dispondrás durante tu vejez y eso dependerá en gran medida de lo que ahorres en tu juventud.
A continuación, te menciono algunas de las opciones para prever fuentes de ingresos en tu retiro:
Ahorro personal. – Puedes apoyarte en los distintos esquemas de ahorro que la institución bancaria ofrece: cuentas de ahorre, afore, aportaciones voluntarias, etc)
Inversiones. – Poner tus recursos a trabajar para obtener algo más. Para esto, requieres educarte financieramente, conocer tu perfil de inversionista. Recuerda que al invertir, asumes el riesgo de ganar o perder. Como dice el dicho, “la información es poder”, al igual que el conocimiento y la experiencia; utilízalos a tu favor, haz camino empezando desde abajo y ascendiendo al rito de tus capacidades.
Vivir de tus rentas.- ¡Qué mejor que poseer un patrimonio que te siga generado ingresos durante tu vejez! Para llegar a esto es necesario que hayas invertido oportunamente en la adquisición del inmueble que te dará los ingresos por renta. ¡el sueño dorado de muchos!
Vender bienes propios. – Se trata de bienes con cierto valor, que te pueda aportar un valioso recurso económico. Lo importante es saber cuál es el mejor momento de convertir este bien en dinero, el cual deberás administrarlo con cuidado para que te rinda durante el mayor tiempo posible.
Seguir trabajando. – Ya sea de manera independiente, realizando algún oficio que te proporcione ingresos, que lo puedas hacer desde casa, medio tiempo o por encargo. Para ello, debes asegurarte tener otra fuente de ingresos para tener tranquilidad, en caso de que tu capacidad física merme.
Depender de otros.- Sin duda esta opción no debería estar en ninguna lista. Sin embargo sucede con frecuencia, justamente por la falta de previsión y planeación para el retiro, muchas personas adultas dependen de sus familiares, o de los programas de gobierno, los cuales están diseñados para responder a las carencias reales de la población desprotegida y necesitada. En mi opinión, esto podría mejorarse si todos tenemos educación en finanzas personales.
¿Qué tal si combinamos todo? ¿No te parece increíble la idea de vivir de tus rentas, pero también de tus ahorros, seguir trabajando en lo que te apasiona? Es un ideal que sin duda puedes y al que debes aspirar. Es cuestión de aprender a administrar nuestro dinero, sea mucho o poco.
Diversificar tus fuentes de ingreso durante la vejez puede resultar una opción viable y efectiva:
Ahorrar para invertir, inversión en negocios, utilidades, inversión en bienes, ventas y renta, trabajo para ayudar a otros pero que te sea remunerado¡!! ¡Qué maravilla!
Coach Judith Chávez
Coaching & Finanzas personales.