El café de todos los días, la moneda que regalas en los semáforos, la membresía por la música que repites cada día, el periódico que compras en la esquina…. tal vez para ti resulten gastos poco relevantes, sin embargo, pueden resultar ser un peligro para tu cartera.
Estos gastos están conceptualizados como gastos hormiga y gastos vampiro, ambos pertenecen al grupo de los gastos innecesarios que muchos realizamos. Aprender a identificar estos conceptos será de gran ayuda para ponerles freno… antes de que sigan drenando tu cartera.
Comenzaré con precisar que todos realizados dos tipos de gastos: Por necesidad: que son indispensables para vivir: agua, luz, alimento, vestido, vivienda, calzado, combustible, etc. Por gusto: no son indispensables para nuestra sobrevivencia, los haces por gusto: salidas al cine, ir al bar, video juegos, etc.
Ya te podrás dar cuenta que los gastos por gustos, constituyen los llamados gastos hormiga y vampiro. Te cuento de cada uno.
Gastos hormiga.
Este concepto fue el primero que comenzó a utilizarse para hacer referencia a los gastos innecesarios que hacemos casi mecánicamente, pues son desembolsos muy pequeños que pasan casi desapercibidos, como las hormigas, pero que sí los sumas, representan una cantidad importante.
Ejemplos de estos gastos:
- Comidas fuera de casa y antojitos, botanas, cigarros, alcohol, cervezas, dulces, refrescos, panes, botellas de agua.
- Boleada de zapatos, pago de estacionamientos, propinas en los supermercados, en los semáforos, compra de billetes de lotería, raspaditos,
- Las comisiones que pagas por descuidos, pago de transporte privado, comisión por el pago de los servicios en tiendas de conveniencia.
Gastos vampiro.
Este segundo concepto es de creación más reciente, son aquellos desembolsos de cantidad mayor a los hormiga (también innecesarios y que restas de importancia). Un gasto vampiro te chupa el dinero sin que te des cuenta, pues los realizas de manera periódica y pueden representar un 30% de tu ingreso mensual, pues estos gastos ya están incorporados a nuestro día a día, casi “normalizados”, pero que no son aprovechados en su totalidad.
Se trata de cantidades que pueden ir desde los 100 pesos hacia arriba. Ejemplos:
- Los planes de telefonía celular de alto costo, mensualidades o suscripciones a plataformas streaming de películas, música o videojuegos, etc.
- Televisión por cable.
- Membresías a gimnasios (cuando no asistes), seguros innecesarios o que no sabías que tenías (los contratados en el cajero automático, en tiendas departamentales o en el pago mensual de algún servicios).
¿Notas la diferencia? ¿Cuántos de estos gastos los tienes concientizados? o ¿presupuestados?
Recuerda que no se trata de evitar que gastes en gustos, sino que lo hagas con inteligencia. Controla tu dinero, no permitas que él te controle a ti, ese es el chiste del dinero.
Coach Judith Chávez
Coaching & Finanzas Personales
Generar, ahorrar, administrar e invertir el dinero ¡tiene su chiste!
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