Esta vez abordaré el tema del dinero desde otro punto de vista, desde un aspecto ético-emocional. Lo creas o no, los conflictos que tienes con el dinero son la punta del iceberg de problemas más profundos. Una mala racha económica es un síntoma de lo que está sucediendo en tu interior: pensamientos limitantes, sentimientos poco afortunados y de los malos hábitos de cada día.
Todo sigue una secuencia lógica: los pensamientos llevan sentimientos, los sentimientos llevan a las acciones y las acciones producen la realidad; los resultados. Si tú quieres aspirar a una realidad mucho mejor de la que estás viviendo ahora, es necesario que comiences a adoptar nuevos hábitos, que te des a la tarea de desaprender conductas y te construyas un nuevo estilo de vida.
Aquí te dejo algunos aspectos en los que puedes comenzar a trabajar, si estas decidido a estar mejor en todos los sentidos de tu vida:
- Promueve en ti la mejora continua. Desde la humildad, reconoce tus errores y talentos, conviértete en un aprendiz permanente, no dejes pasar la oportunidad de aprender cosas nuevas.
- Nadie se salva de la tentación del éxito barato, sin embargo, es un gusto que ni perdura ni se disfruta, no pretendas lograr el éxito a través del engaño, fortalece la virtud de la honestidad en tus actos.
- Aprovecha tus talentos naturales, es en la práctica en donde se encuentra la perfección, nuestras habilidades se desarrollan con disciplina y perseverancia, hasta lograr que tus talentos se conviertan en virtudes y con ello una nueva fuente de ingresos.
- Afila tu sentido del humor, sin duda, esto te ayudará a superar cualquier crisis sin tanto dramatismo. Reír es como una medicina que nos libera de la mentalidad de víctimas, además, nos permite ver la realidad sin demasiada seriedad inyectando una buena dosis de positivismo.
En general, busca la manera de hacer inconsciente lo que provocas de manera consciente. En estos tiempos, más que en otros, se percibe un sentido de urgencia por alcanzar el éxito que da dinero, sin importar mucho los medios ni las formas; quien opta por este modo de prosperar, tarde o temprano la realidad lo alcanza y pone las cosas en su lugar. No hay que olvidar que la riqueza lograda con engaños o causando daño no perdura, el chiste es avanzar en nuestra economía basándonos en principios básicos de ética y aprendiendo a gestionar nuestras emociones de un modo mucho más amable. ¡Chécate! Judith Chávez