El consumo responsable y el ahorro.

A todos nos gusta comprar y consumir, es parte de nuestra naturaleza. Al momento que recibimos dinero de inmediato pensamos en qué lo vamos a gastar.  Te ha pasado alguna vez la pregunta ¿sí eres o no un consumidor responsable?

El ahorro es parte fundamental de las finanzas personales, pero el ahorro va más allá de sacar el dinero de la alcancía o de tu colchón y llevarlo al banco. Existen actividades que podemos realizar para actuar de manera responsable con nuestro consumo y a la vez ahorrar.

¿Estas consumiendo de manera responsable?

El consumidor responsable va más allá del cuánto va a ahorrar en las ofertas de temporada; ser un consumidor responsable implica tener conciencia en todo sentido. De esta manera, tus compras jamás causarán daño a la economía familiar ni perjudican el entorno ambiental.  

Consumir un producto o servicio de manera responsable no sólo se basa en su calidad y precio, sino también en su impacto ambiental y social, en la conducta –incluso- de las empresas que lo producen. Esta forma de consumo crítico implica consumir menos, consumir lo necesario, estar atentos a no caer en la publicidad que nos tienta a crear necesidades superfluas.

Al agrega el calificativo “responsable” a nuestro consumo, le estamos dando la importancia de elegir entre más productos que valoren la justicia social, la ética, la solidaridad y la protección al medio ambiente a través de la promoción del uso racional de los recursos, impulsando el reciclaje. Consumir responsablemente significa racionalizar: optar por productos que realimente sean necesario, analizar a detalle las ventajas que ofrece el producto o servicio con el fin de comparar su utilidad y no solo adquirir por consumir.

Es responsabilidad de cada persona decirle no al consumismo. No dejar de hacer las cosas que nos gustan, pero sí racionalizar. Hacer uso eficiente de lo que tenemos y analizar antes de adquirir un bien o contratar un servicio para saber si realmente lo necesitamos. 

Existe una herramienta que nos ayudará a ahorrar y a consumir de manera responsable, se trata del modelo de las 5 R: Rechazar, Reducir, Reusar, Reformar y Reciclar

Rechazar tiene dos vertientes. Primero, decidir si realmente necesitamos algún producto o no, y si no es requerido en el hogar o en nuestra vida diaria, debemos decir: no lo necesitamos, y no adquirirlo. 

Los productos tóxicos, no biodegradables o no reciclables deben quedarse fuera de la lista de consumo diario. La limpieza de la casa puede realizarse de manera ecológica sin recurrir a productos industriales. 

Reducir significa que, antes de adquirir un nuevo producto, conviene preguntarse si realmente es necesario. Siempre que se pueda hay que elegir los tamaños grandes, y los productos concentrados para generar menos basura y a la vez ahorrar dinero. 

Reusar significa prolongar la vida útil de los bienes, contribuye al ahorro doméstico a disminuir el impacto ambiental. Los envases o productos de «usar y tirar» son la antítesis de un consumo responsable y ecológico.

Reformar implica transformar un producto que ya fue utilizado en un producto tal y como si fuera nuevo y dejarlo listo para un nuevo uso. 

Reciclar significa separar los residuos de manera adecuada para su posterior reciclaje en una acción de múltiple beneficio ambiental. 

Consumir responsablemente implica gastar menos. Esto favorece el rendimiento de nuestros ingresos, y al mismo tiempo, aumenta nuestra capacidad de ahorro. Al minimizar los gastos innecesarios, aumenta el ahorro y se deja de gastar en productos y servicios que no generan valor. 

Para ser un consumidor responsable, te doy las siguientes recomendaciones.

  • Primero, darte cuenta si lo que vas a comprar realmente satisface una necesidad o es un deseo. 
  • No compremos compulsivamente. 
  • Consumir productos naturales y productos reutilizados o reciclados son, sin duda, las mejores opciones ambientales. 
  • Asegúrate de la calidad de lo que compras. 
  • Prefiere adquirir bienes más saludables y duraderos. 
  • Busca alternativas que minimicen la explotación de los recursos naturales. 
  • Opta por reutilizar, intercambiar o reparar.

  • Haz un buen cuidado y un buen mantenimiento de las cosas. 
  • Cuando acabe la vida útil de un producto, ten en cuenta las posibilidades de poder reciclar los materiales de los que está hecho. 
  • Infórmate sobre los derechos que tienes como consumidor, también puedes tener obligaciones. 
  • Escoge productos que no sean agresivos con el medio ambiente. 
  • Lee las etiquetas, pues te pueden ayudar a tomar decisiones de compra. 
  • Utiliza el poder de compra para premiar aquellos productos que no afectan al medio ambiente. 
  • Prefiere los productos naturales sobre los procesados. Así, evitarás sustancias tóxicas que te afectan a ti y al medio ambiente. 
  • Recuerda: Rechazar, Reducir, Reusar, Reformar y Reciclar. 
  • Debemos de satisfacer necesidades, no únicamente deseos. 

Todas estas acciones son buenas no únicamente para las finanzas personales o para ahorrar, también tienen un impacto en nuestra vida diaria y en el medio ambiente.

Coach Judith Chávez

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