Judith Chávez
Como ya lo sabes el presupuesto es la clave para armonizar nuestro dinero y dirigirlo hacia el cumplimiento de nuestras metas financieras, sin embargo, la mayoría de las personas no tiene metas u objetivos, por ende, desechan de tajo la posibilidad de trazar su presupuesto y destinan sus ingresos, mayormente provenientes de un sueldo, a gastar ´sin ton ni son´.
El presupuesto además de una herramienta, debe ser vista y utilizada como una estrategia para ganar (así como se crea una estrategia para ganar un partido de futbol) pero, en vez de aspirar a ganar la gloria de un partido, tienes que verlo como un plan de acción para cumplir tus metas personales y familiares.
Es importante recalcar que, el presupuesto tiene la virtud de evitar el derroche de dinero, cuando se usa eficientemente, nos ayuda a la óptima asignación de nuestros recursos financieros. ¡Aunque es virtuoso, no es la varita mágica!
Como lo dije antes, el presupuesto tiene como virtud el ayudarnos a cumplir un objetivo el cual debe ser claro, por lo que resulta importante que primeramente definas tu meta y luego, trazar la estrategia que sí o sí, debe estar considerada en el presupuesto. (recuerda que la meta debe ser: específica, medible alcanzable, realista y oportuna)
Si lo que quieres es realizar una estrategia financiera adecuada (ganadora) debes de considerar estos tres puntos:
Asigna inteligentemente tu ingreso. Esto que, que debes evaluar que cada rubro o concepto de gasto creado en tu presupuesto, se trate de un gasto absolutamente necesario estableciendo grados de prioridad, esto te dará orden.
Planea tu gasto. Reitero: el presupuesto es la planeación del gasto, es la anticipación del uso del dinero para que funcione, debes de respetarlo y llevarlo presente siempre y, sobre todo, ser fuerte ante cualquier tentación de desvió que se te presente (por desvío me refiero a comprar algo que no esté presupuestado). En el momento en que respetas tu plan de gastos, cumples con gran parte de la estrategia para alcanzar tu meta. ¡recuerda que tienes una!
Compra de manera inteligente. Además de la asignación inteligente de los recursos y de la planeación de los gastos, es muy importante que toda compra sea r e l e v a n t e, es decir, que, como parte de tu estrategia, toda adquisición de objetos, pagos o servicios debe ser ejecutada desde la inteligencia, no por el instinto. Muchas veces nos dejamos llevar por la emoción del momento, nos basta un segundo para darle un golpe duro a nuestro bolsillo; así que echa mano de los consejos de abuelita: no llegar con hambre al supermercado al momento de hacer tus compras, no lleves tu tarjeta de crédito a todos lados, si vas a comprar ropa ve con suficiente tiempo para que puedas revisar precios y calidad.
Te aseguro que, si sigues cabalmente los puntos anteriores, te resultará mucho más fácil dirigir tus recursos económicos para el logro de tu meta. Por principio, debes tomar en cuenta el plan a seguir y considerar en tus prioridades: el ahorro, la disminución de deuda, tu bienestar familiar y anticiparte al futuro lo mejor posible.
Es preciso que sepas que el presupuesto como todo en la vida, es cíclico. Así como los seres vivos: nacemos, crecemos, vivimos, nos reproducimos y morimos, en el tema de las finanzas personales, el presupuesto también lo tiene:
Planear. – El inicio de un proyecto con una intención. Definir la estrategia. Elaborar el uso de una acción relacionada al tu objetivo.
Actuar. – Llevar a cabo las acciones de tu estrategia de manera inteligente y ordenada.
Controlar. – Es el mecanismo de supervisión, corrección y prevención de la realización del plan elaborado. Es la parte de donde se le da mantenimiento correctivo y los ajustes al plan inicial.
Tal vez esto te resulto muy técnico, pero como te lo dije antes ¡no es una varita mágica! A tu bienestar financiero le debes dedicar tiempo e inteligencia financiera, aprender sobre nuevos conceptos, conocer sobre los ciclos financieros, lo cual forma parte de la inteligencia financiera. La omisión de alguno de los puntos del ciclo puede llevar al fracaso a tu presupuesto, así que más vale llevar orden y desarrollar hábitos correctos.
Lo más importante del presupuesto es: llevarlo a cabo. Lograr que la teoría se convierta en práctica, hacer que tus sueños se vuelvan metas y tus metas realidad. La dificultad que se presenta al realizar un presupuesto, es que justamente no saber, a ciencia cierta, por dónde empezar y aunque hay muchas versiones de presupuesto, lo ideal es que sea lo sencillo, pues lo difícil pocas veces se hace.
No pierdas de vista que, para diseñar tu presupuesto, debes definir tus metas a futuro, conocer todos tus ingresos, priorizar el ahorro, categorizar tus gastos, asignarles el presupuesto, supervisar cada uno de tus movimientos (incluso hasta tus pensamientos) y tomar el control.
Ningún edificio se construye sobre cimientos frágiles, tu presupuesto debe ser fuerte como un roble y flexible como una hoja, identificar sus ciclos de vida hará que logres que ese árbol que plantaste, te provea de lo necesario para alcanzar tu tranquilidad financiera. ¡ese es el chiste del dinero!
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