Judith Chávez
Llegó diciembre y con él los gastos de las fiestas. Comida, regalos y compromisos llenan nuestra agenda y vacían nuestra billetera. Este mes, en el que el pensamiento emocional le gana al racional te invito a analizar tus finanzas antes de hacer un gasto. Siempre, no solo en diciembre, es importante tomar las riendas de nuestros gastos. Pero si diciembre te llegó sin haber ahorrado o no recibiste prestaciones de fin de año y no planificaste tus finanzas, mi recomendación es que, si no tienes recursos, ¡evita los gastar!
Es más fácil decirlo que hacerlo ¡lo sé! Pero es importante luchar con tus emociones e impulsos, toma en cuenta que los gastos que estas evitando hacer con el crédito (porque no tienes dinero) te darán tranquilidad y recibirás el próximo año con finanzas más saludables.
No planear tus gastos puede llevarte a adquirir una deuda para los siguientes 12 meses, lo cual dificultará pagar tus gastos recurrentes como lo son: tu vivienda, la educación de tus hijos (incluso la tuya misma), la alimentación etc., que en muchas ocasiones sacrificamos, por destinar el dinero a pagar deudas. Incluso, esta falta de planeación puede aumentar la tristeza o la depresión, al no tener dinero para las fiestas. ¡mejor prepárate para el siguiente año!
Construye el diciembre que quieres tener, establece el ahorro recurrente. Para tener un ahorro exitoso es preciso tener aspiraciones, sueños o metas. Ya lo sabes: el mayor peligro que tiene el ahorro es la falta de sueños. El momento que una persona no tiene sueños ni objetivos, no ahorra. En ese instante lo que ganas en el mes lo gastas en el mes porque no tienes para qué ahorrar.
Diciembre es un buen mes para volver a soñar, para volver a ponernos metas y proyectarnos. Piensa que el próximo año hay cosas que no necesariamente te deben quedar físicamente en el tiempo como un auto, una casa, porque las emociones también llenan la vida y es para lo que se trabaja. Solo recuerda que los gastos emocionales deben ser fruto del ahorro y no del endeudamiento.