¡No compres nada en abonos! Fue el consejo que me dio mi mamá, pero ¿qué creen que hice? Me llene de piquitos de abonos, unos chicos, unos más grandes, y al final. Ese fue mi manera de organizar mis finanzas durante más de 20 años.
¿Qué me hizo cambiar? Cuando me di cuenta de que alguien podría abrir mi «jaula de oro» para que volara, y que no recibiría alpiste cada quince días. También, por mi trabajo, conocí las historias de muchas personas que tenían problemas económicos por estos motivos:
Poco conocimiento de sí mismos. – ¿a qué me refiero? A que el dinero es un tema emocional y si no controlamos nuestros impulsos, resultará prácticamente imposible ahorrar, independientemente de la cantidad de dinero que ganemos.
Hay tres posturas muy claras en relación al dinero: El expulsador (que no sabe cómo retener el dinero). El Acumulador (Ahorradores obsesivos, no saben disfrutar los beneficios que nos da el dinero. El equilibrado: Ahorran siempre con un fin en mente y no se apegan a los bienes. (de hecho, hay muy pocos en este grupo.
No saber lo que queremos. – Dejamos de explorar y explotar nuestros talentos naturales, inmediatamente después de que comenzamos a generar de dinero, de recibirlo, nos comienza la comezón por querer gastarlo. Los talentos nos ayudan a mejorar nuestra economía, pero también, a tener un fin en mente.
Aquí me voy a detener un poco, para comentar sobre momentos financieros, los primeros en la vida de todos:
- Tu primer trabajo. Aceptamos lo que sea, en lugar de buscar uno en que podamos desarrollar nuestros talentos, no importa la cantidad de dinero, sino cuanto puedas aprender.
- Tu primera tarjeta de crédito. #peligro, nos empoderamos y comenzamos a utilizar el crédito sin la más mínima información.
- ¿Ahorrar? Nadie piensa en eso
- Tu primer automóvil. ¿Cuál fue tu primer vehículo? ¿Cómo te hiciste del? ¿Qué te hizo sentir?
- Comprarte una casa, con un crédito eterno y sin haber identificado antes tus talentos.
- No llevar un control. – No pasa por nuestra mente la idea desegmentar nuestro dinero a través de un presupuesto, ponderando el ahorro.
El dinero tiene su manera de funcionar y es necesario saber qué hacer en cada una sus dimensiones para aprovechar sus beneficios. Es como el agua: para que aprovechemos de sus bondades es necesario ponerla en movimiento, el agua que se estanca se pudre. ¿Café?