¿Vale la pena endeudarse?

¿Vale la pena endeudarse? Es la pregunta clave que debe pasar por nuestra mente antes de hacer una compra por impulso. Recordemos que endeudarse constituye una reducción de nuestro poder adquisitivo, pues el dinero que no estamos gastando en el momento, lo tendremos que desembolsar posteriormente con el interés correspondiente.

Mi recomendación es que, a menos de que se trate de una emergencia que deba ser cubierta inmediatamente, se reflexione la deuda como algo serio y, sobre todo, tener muy clara la estrategia para liquidar posteriormente.

Lo mejor es tener un fondo de ahorro que pueda garantizar la solventación de todo tipo de emergencias ya sea la pérdida de un empleo, una cirugía, el deceso de algún familiar, etc. en lugar de adquirir una deuda.

Sin embargo, es preciso señalar que existen dos tipos de deudas: deuda negativa (mala) y deuda positiva (buena). Cuando compramos con el crédito productos que no son vitales o que exceden de nuestro poder adquisitivo, como ropa, comidas, despensa, paseos, etc. estamos usando el crédito de manera negativa, es decir, estamos adquiriendo deuda mala. Por lo general, ese tipo de productos son de corta duración, en ocasiones seguimos pagando artículos que ya no existen, que ya no están en nuestro armario, en nuestra despensa o en nuestra casa, así que es preferible ahorrar para poder pagar en efectivo o bien, considerarlos en el presupuesto.

Regularmente los problemas al endeudarnos surgen por no contar con información que nos permita planear nuestras deudas a tiempo, así que, antes de adquirir un compromiso, es importante realizar una evaluación, tanto del tipo de crédito que estamos adquiriendo, como tu capacidad de pago. Estos cálculos son importantes para no afectar tus finanzas personales y mantener tu historial crediticio para las deudas buenas ( un préstamo para comprar algo cuyo valor se incrementa con el tiempo: hipoteca, compra de un terreno, etc.)..

Ahora, si ya estás pensando en realizar compras con el crédito o con un préstamo, responde a estas preguntas antes de contraer la deuda:

  1. ¿Es absolutamente necesario el articulo estoy por adquirir?
  2. ¿Es necesario ahora o podría esperar hasta poder pagarlo en efectivo?
  3. ¿Cuánto más va a costar realmente comprarlo con crédito?
  4. ¿si no sale del presupuesto, aún puedo seguir haciendo el ahorro mensual?
  5. ¿Qué otras cosas se tendrán que sacrificar para poder pagar las cuotas mensuales?
  6. ¿Qué tasa de interés me cobrarán?
  7. ¿Podría conseguir condiciones mejores?
  8. ¿Qué otros gastos no están incluidos en la tasa de interés?
  9. ¿Cuál es mi capacidad de endeudamiento?
  10. ¿Cuánto subirán las cuotas mensuales si suben los tipos de interés?

Aunque el objetivo de los créditos sea tener una fuente de financiamiento para alcanzar metas y lograr determinados propósitos, las deudas mal manejadas pueden ocasionar muchos dolores de cabeza.

Así que mejor haz bien tus cuentas, apóyate en tu presupuesto y no en tu tarjeta de crédito.

Judith Chávez

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