¿Ustedes sabían que todos tenemos un coeficiente intelectual financiero (IQ financiero) y que lo podemos desarrollar a nuestro beneficio?
Ustedes ya saben que Robert Kiyosaki es el autor del libro de Padre Pobre, Padre Rico. Bueno, pues él define la inteligencia financiera “como aquella parte de nuestro intelecto que utilizamos para resolver problemas financieros, en tanto que el IQ Financiero es la medida de ese intelecto, es la forma en que medimos nuestra Inteligencia Financiera. “
Es decir: Información + educación = conocimiento. Este conocimiento útil, va enfocado a las decisiones que tomamos al uso que daremos a nuestro dinero.
Seguramente en tu entorno conoces a alguien que, a pesar de su inteligencia intelectual, siempre tiene problemas para resolver sus asuntos económicos. Por lo general, estas personas dejan que sus pequeños problemas financieros crezcan, los ignoran e incluso los complican, difícilmente toman decisiones para atacar el problema económico desde la raíz.
Ejemplo: usan sus tarjetas de crédito para hacer compras cuando ya no tienen dinero.
La pregunta es ¿Cómo se mide nuestra IQ financiera y cómo podemos mejorarla?
Existen 5 pautas que nos permiten medir el crecimiento de nuestro IQ:
1º. Producir más dinero
De una forma u otra, todos tenemos la posibilidad de generar más ingresos. Cuánto más ganemos, más alto será nuestro IQ financiero, sin olvidar que la capacidad que tengamos de rentabilizar ese dinero, es decir, hacer que ese dinero crezca y evitar pensar, de forma automática, en que cosa lo vamos a gastar.
2º. Proteger tu dinero
No basta con generar y acumular dinero, también hay que saber protegerlo de las personas que nos inducen a gastarlo en los productos que nos ofrecen e incluso, me atrevo a decir que los impuestos es un gran depredador de nuestro dinero, pero si tu elevas tu IQ financiero encontrarás el mecanismo legal para pagar menos impuestos.
3º. Presupuestar tu dinero
Independientemente de lo que ganes, tu capacidad para presupuestar tus ingresos y gastos viene determinado por tu IQ financiero. Tu presupuesto debe ser elaborado con la intención de generar un excedente de dinero para invertirlo posteriormente. Hay quien recibe mucho dinero, pero no pueden conservarlo por la sencilla razón de que elaboran su presupuesto para gastar ese buen dinero que reciben.
4º. Invertir el dinero.
Después de obtener este excedente de dinero, que viene de tu presupuesto elaborado con tu IQ financiero, debes invertirlo. No es buena idea solo tenerlo en el banco por miedo a invertir a cambio de una rentabilidad realmente baja. El dinero debe trabajar para generar más dinero.
5º. Aumentar tu educación financiera.
Primero lo primero: Antes de aprender cómo obtener rendimientos altos, se deben conocer los conceptos básicos de la educación financiera. Hay quien, literal, entregan su dinero a otras personas para que tomen las decisiones sobre su propio dinero. Hacer esto, evita que el IQ financiero se desarrolle y crezca, por ende, la información económica les resulta confusa o tienen dificultades para comprender conceptos financieros básicos.
A manera de conclusión, les puedo decir, que el proceso de educarnos financieramente es largo, pero no tiene que ser difícil, además se trata de invertir tiempo y esfuerzo en nosotros mismos. Entre más temprano siembres la semilla del conocimiento financiero, más robusta será la sombra del árbol que te cubrirá en los años venideros. El chiste es encontrar tu propio camino hacia tu bienestar económico.
Judith Chávez
EL CHISTE DEL DINERO M.R.