El inicio de un nuevo año está lleno de expectativas, todos lo iniciamos con nuevos propósitos, aunque algunos los venimos arrastrando de otros años, con la firme convicción de que ese sí será ¡nuestro año! Sin embargo, conforme transcurren los días, ese entusiasmo va disminuyendo, tal vez por la inercia de la rutina, por los asuntos cotidianos; lo que en realidad sucede es que faltó llevar a cabo un cambio profundo en nuestro estilo de vida y efectuar una revisión consciente de nuestra realidad.
Resulta necesario comenzar a ver el dinero y, a nosotros mismos de una forma diferente. De entrada, nos ayudaremos a establecer una mejor relación con el dinero y, en consecuencia, definir nuevos patrones al momento de tomar las decisiones financieras de todos los días. La prosperidad y la riqueza no provienen de los demás, de un cliente, de un negocio, de una venta, o de un sueldo, o un jefe, siempre provienen de nosotros, de nuestro nivel de conciencia sobre el dinero. ¡Nunca creas que tu riqueza depende de otros!
Los cambios verdaderos se hacen desde un nivel de consciencia más profundo, son el resultado de un cambio desde el interior primero para luego, llevarlo al comportamiento externo, con lo cual nos encauzamos para el logro de los objetivos que nos hemos trazado.
Como bien lo sabes, es muy difícil llegar a un lugar si no sabes a dónde vas, si no existe un objetivo definido, te pasará la vida dando vueltas y vueltas, repitiendo los mismos errores y llagarás al mismo punto de partida, en el mejor de los casos bajo las mismas circunstancias. El primer paso, no solo aplica en el rubro del dinero, es necesario definir lo que quieres lograr (recuerda que tus metas deben ser a corto, mediano y largo plazo); una vez que tengas claro tu objetivo, escríbelo en un papel y luego aplica las siguientes recomendaciones:
Limita tus gastos emocionales. – . Si el dinero controla tus emociones, también controlará tus acciones; así que emociones como el miedo y la duda conducen a una baja valía personal, a una disminución de confianza en ti mismo y eso afectará irremediablemente tus finanzas. Nunca compres estando demasiado contento, demasiado estresado, demasiado enojado o demasiado triste. Gastar bajo estos estados de ánimo, es cuando más errores financieros cometemos. ¡revisa tus estados de cuenta si lo estas dudando!
Ahorra antes de gastar. Cómo ya tienes tu meta muy clara, retirar una parte de ingresos para el ahorro es la acción más importante para el logro de tus objetivos, es como quitar el pan de la mesa cuando estás siguiendo una dieta libre de harinas. El compromiso abre puertas y activa oportunidad en el mundo de las cosas, así que hazle honor a tus propósitos y respeta la cantidad de ahorro que tienes presupuestada.
Usa tu ahorro para pagar tus deudas malas: Si ya decidiste mejorar tus finanzas personales, es muy probable que ahora tengas deudas que te agobian, así que dé inicio deberás destinar el dinero ahorrado para saldar esas cuentas que te llevaron al desequilibrio financiero por el que estas atravesando.
Invierte en educarte financieramente: Conviértete en el aprendiz que tu dinero necesita; no des por sentado que lo sabes todo, hoy por hoy, muchas de las cosas que creemos saber simplemente ya no funcionan o no están vigentes. Busca buenas lecturas, cursos, gente esté dispuesta a enseñarte, escucha a los que han logrado lo que tu estas buscando lograr; no descuides el proceso de mejora continua en tu campo profesional, en lo que te dedicas.
Las personas que viven en riqueza duradera aprenden, escucha y aplican lo que saben. Es así como se hacen ricas.
Crea otras fuentes de ingresos: Sí tu ingreso principal es por un sueldo y eres cabeza de familia y quieres prosperar para vivir mejor y con mejores cosas materiales, un ingreso no es suficiente. Es importante que inviertas parte de tu tiempo en crear ingresos pasivos. Un buen comienzo, puede ser sustituir tu tiempo frente al televisor por momentos de creatividad, de observación y de análisis de tu entorno; identifica lo que la gente necesita y lo que tú puedes ofrecer con tus talentos y que además de genere ingresos adicionales.
No existen fórmulas mágicas ni pasos cortos para conseguir más dinero, es imprescindible que antes de buscar más dinero sepas administrar lo que tienes ahora, sea poco o mucho, si con lo que tiene ahora, no inviertes ni ahorras, no hay alguna razón para recibir más dinero. Ten presente que el dinero no es tuyo hasta que lo gastas, así que trabaja con ahínco para hacer que el dinero que gastas sea el tuyo y no el de otros. ¡ese es el chiste!
¡Que el 2022 sea un año próspero para ti y los tuyos!
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