Prácticamente todo lo que aprenden nuestros hijos sobre el dinero –y lo que aprendimos nosotros- es en casa y con eso crecimos. La verdadera educación financiera empieza en la infancia, los niños deben empezar desde ese momento, cuando son más conscientes de que no todo les pertenece y es nuestro deber mostrarles con amor como funciona el dinero.
A partir de los cuatro años, una vez que los niños se dan cuenta de que cada quien tiene sus cosas y entienden el concepto de la propiedad, se les puede decir qué es el dinero; comienza explicándoles de las monedas, cuánto vale cada una y cuantas monedas forman un billete. Cuando vayan a una tienda juntos, deja que ellos junten el dinero, lo cuenten y paguen. Este pequeño ejercicio les ayudará a familiarizarse con los precios, el valor de cada cosa y, sobre todo, el intercambio dinero-bienes. Una vez que lo aprenden a ver como intercambio, es más fácil que entiendan su valor. Poco a poco ve involucrándolos en pequeñas decisiones de la casa. Permite que cometan errores, pues es parte del aprendizaje, déjalos que desperdicien dinero ¡un poco! con algo que tus sepas que no les va a durar o que sabes que se puedan arrepentir de haber comprado. Se trata de que aprendan y se den cuenta que no porque tengan el dinero para comprar significa que deban hacerlo sin razonarlo.
A partir de los seis años, puedes comenzar a darles “su domingo” en esta edad, es cuando se dan cuenta de que el dinero compra cosas y tiene que ser según tus posibilidades y las de tu familia. Hacer esto significa enseñarle a administrarse y a hacer un presupuesto acorde a sus necesidades y, sobre todo, que aprenda a administrarse. Decirle cosas como: “Te voy a dar $10 y tú decides sí quieres comprarte un dulce ahorita o esperar a la siguiente semana a que te dé otros 10 y comprarte algo más”. Acciones como estas le darán la noción de que ahorrar da frutos (y de paso tú haces una revisión a este rubro del ahorro).
Los expertos recomiendan un monto semanal de acuerdo con la edad, te los pongo para que tu también incluyas estas cantidades en tu presupuesto familiar:
6 a 8 años 10 a 20 pesos
8 a 10 años 20 a 40 pesos
10 a 12 años 40 a 80 pesos
12 a 14 años 80 a 120 pesos
Adolescentes 120 a 300 pesos
Si tomas de la decisión de darles dinero cada semana, es importante que establezcas reglas, puedes decirles que esa será la misma cantidad y que puede aumentar o disminuir dependiendo de sus acciones y comportamientos. No te olvides que por cumplir con sus responsabilidades no debes de premiarlos porque lo tomarán como un favor que nos hace, peso si deciden hacer algo extra y quieres, se vale que los premies, eso no está mal. Pero para que tengas el “encuadre” de cuando si y cuando no estimular con la recompensa económica:
- Actividades que no se deben premiar: Todo lo que está en su entorno y forma parte de sus responsabilidades: lavar su plato, tender su cama, organizar sus juguetes, bañar su mascota, hacer sus tareas escolares.
- Actividades si puedes premiar: Actividades extras que son para el bienestar de toda la familia: lavar el coche, barrer la cochera, limpiar la cocina, limpiar vidrios de las ventanas, sacar la basura.
Cuando los niños comienzan a tener dinero lo que primero que quieren hacer es gastarlo (bueno, hay adultos que también les encanta hacer eso), hasta que se dan cuenta que hacerlo inmediatamente solo les da satisfacción momentánea. Trata de que se enfoquen en algo más grande y juntos hagan un presupuesto en el que establezcan cuanto tienen que ahorrar y por cuanto tiempo para adquirirlo eso que tanto quieren. Esto les va a forjar el hábito del ahorro, pues cuando tienen metas claras es más fácil que sigan un plan. Si tus hijos son adolescentes trata de fijar objetivos más complejos, como un viaje, una computadora, un videojuego, un teléfono de alta gama, etc.
Para facilitar el proceso enseñanza para el manejo del dinero a tus hijos, apóyate en esta tabla de porcentajes para la división del ingreso:
| GASTAR MAXIMO EL 50% | AHORRAR MINIMO 20% | INVERTIR MINIMO 20% | DONAR 10% |
Hablar de dinero y aprovecharlo en cada etapa de la vida es un tema indispensable para poder gozar de las mieles de la estabilizar económica. Muchos nos hacemos de la “vista gorda” aplicando la frase “Dios proveerá”, pero la realidad es que hay que asumir un compromiso real con nuestras finanzas para construir nuestro futuro económico.
Según el resultado de algunas encuestas de inclusión financiera indican que:
- 60% de la población espera una solución divina a los problemas de dinero que vienen con el paso de los años.
- Entre el 20% o el 30% está del lado de los angustiados: quienes todos los días se prometen que harán algo para mejorar su economía, pero pocas veces lo logran.
- Solo el 10% alcanza la zona VIP que ahorra, planea e invierte.
Conociendo estos datos, bien vale todo el esfuerzo y la paciencia para educar a nuestros hijos desde casa, para que aprendan a manejar el dinero, para que en su vida el dinero no sea un dolor de cabeza. El chiste es enseñarles de una forma divertida y natural de darle un uso inteligente al dinero.
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