Judith Chávez
Las creencias limitantes de no merecimiento al éxito, la falta de seguridad en sí mismos, la baja autoestima, la falta de autocontrol y el no priorizar los objetivos, son algunas de las causas que impiden el éxito que tanto deseas.
Una cuestión crucial, es el dinero que se requiere para financiar cualquier proyecto; por eso es importante que adquieras educación financiera, así evitarás tomar decisiones que pongan en riesgo, no sólo tu patrimonio, sino también, que adquieras deudas impagables.
Somos eternos aprendices; educarte te ayudará a darte cuenta que el éxito financiero, no es una cuestión de suerte sino de actitud. Con la mejor actitud debemos afrontar los obstáculos que se nos presenten. Estoy convencida de que al final del día no eres lo que dices, eres lo que haces, así que debes poner atención a lo que tú haces ya que son tus acciones las que determinan tus resultados, por lo tanto, es recomendable seguir reglas o procesos simples para que no te pese mantener la disciplina que te lleve a tener tranquilidad financiera.
Recuerda que los hábitos para el éxito en la vida y en finanzas se obtienen con la práctica, nuestro cerebro tiene la capacidad de aprender cosas nuevas y cambiar para adaptarse gracias a las nuevas experiencias; esta adaptación a hacia mejores hábitos requiere de tres elementos:
Diligencia.- Busca conectar con tu mejor disposición para abordar tus deberes y resolver los obstáculos que se te presentan con prontitud. Se trata del arte de vencer la flojera.
Perseverancia.- “El éxito es la capacidad de ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo”: Winston Churchill. Sí entendemos que unas veces se gana y otras veces se aprende, los fracasos no nos desanimarán jamás. Los asumirás con entusiasmo ya que la lección aprendida será de gran ayuda en situaciones que se te presentarán en el futuro.
Autodisciplina.- Es vital para alcanzar metas y sólo se logra cuando verdaderamente entiendes que el compromiso es contigo mismo. Implica los siguientes elementos: Buen uso de tu tiempo, identificar tus fortalezas, establecer prioridades, rodearte de las personas adecuadas, actuar/hacer, enfoque, dejar de ser perfeccionista, entro otras más.
Cuando combines la diligencia, perseverancia y autodisciplina, no me cabe duda que estarás en camino para lograr el éxito que te mereces.